¿En qué consiste una limpieza facial?

A lo largo del día, la piel del rostro está continuamente expuesta a bacterias, contaminantes, virus y suciedad.

La limpieza facial consiste en eliminar estas impurezas para darle al cutis un aspecto fresco y juvenil.

Dentro de los folículos de la dermis existen unas glándulas que producen un aceite llamado sebo que forma un manto hidrolipídico, el cual protege de los peligros del mundo exterior a la piel. La acumulación excesiva de suciedad en la superficie de esta puede causar obstrucciones del folículo, atrapando el sebo, el sudor y las células muertas y provocando la infección conocida como acné.

Nuestra limpieza facial trata la piel del rostro a un nivel profundo y exhaustivo, eliminando por completo los residuos de los poros para evitar la acumulación de suciedad y la aparición de esos desagradables gránulos.

Además, es un paso esencial antes de realizar otros tratamientos como la radiofrecuencia ó el DERMAPEN para que estos tengan máxima efectividad.

¿Por qué es necesario realizarse una limpieza facial profesional?

En la tez de una persona se refleja su identidad y todo lo que le pasa: su estado de salud y de ánimo, su bienestar físico, mental y emocional, el paso de los años, el estrés, el agotamiento. 

Además, nuestra piel es el escudo de protección principal contra las agresiones externas como la contaminación y es por ella por donde eliminamos toxinas a través del sudor. 

Por eso es un órgano tan importante de nuestro cuerpo.

Para evitar en lo posible que se oxide, se deteriore y envejezca, hemos de ser muy constantes en su cuidado

Con frecuencia, nos encontramos con pieles asfixiadas, apagadas, oxidadas o con puntos negros (granos, espinillas, comedones). 

Realizar una limpieza facial profesional periódicamente es la mejor manera de ayudar a la piel de nuestro rostro a mantenerse limpia y sana y dar a nuestra cara una apariencia más cuidada y juvenil. También es altamente recomendable si presentas algún tipo de problema de acné. Aporta equilibrio, suavidad y pureza a la dermis.

Además, nuestros esteticistas te asesorarán sobre qué lavados, lociones y cremas faciales de uso diario son más adecuadas para ti, ya seas hombre o mujer.

cara facial

Limpieza de cutis para cada tipo de piel

Para el cuidado facial lo primero que hacemos es determinar el tipo de piel de la persona que vamos a tratar. A partir de ahí se diagnostica la necesidad específica que tiene ese paciente. 

Veamos cómo es la limpieza de cutis para cada tipo de piel.

Piel seca

Es una piel con falta de hidratación y puntos negros. Su apariencia es apagada, sin luminosidad, desvitalizada. Es muy importante tratarla con mucha delicadeza y promover su regeneración. Lo primero es eliminar las células muertas con una combinación de exfoliantes. Después, hay que aportarle muchos principios activos nutritivos, regeneradores e hidratantes.

Para este tipo de dermis es recomendable un cuidado intenso con mascarillas.

Se aconseja realizar una limpieza facial cada dos meses y tratarse en casa con productos cosméticos específicos que ayuden a conseguir una mayor regeneración y estabilidad de la dermis.

Piel grasa

Es una piel con el poro abierto o dilatado, de ahí que se ensucie con más facilidad que otros tipos de piel y presente puntos negros, granos y cierto grado de toxicidad. También se caracteriza por tener brillos.

En estos casos, ha de realizarse una higiene meticulosa, con una exfoliación más intensa, una mayor extracción manual y una limpieza más a fondo de puntos negros, granos, pústulas e impurezas.

Recomendamos una limpieza cada mes hasta lograr controlar esa producción de la glándula sebácea.

Para cuidarse día a día y conseguir el equilibrio en la piel, aconsejamos al paciente el tratamiento más adecuado tanto de día como de noche.

Una vez que se ha conseguido ese equilibrio, las limpiezas de cutis se pueden espaciar más.

Piel mixta

La piel mixta es una piel con características muy parecidas a la de la piel grasa, principalmente en la zona T (frente, nariz y barbilla).

Se debe realizar una limpieza profunda y seguir una pauta de higiene diaria similar a la de la piel grasa.

Piel normal

En este caso, el estado de la dermis, el tipo de poro y la frecuencia de producción sebácea son normales. No aparecen brillos y se aprecia un equilibrio cutáneo.

Piel rosácea o cuperosis

La Cuperosis es una alteración de la piel que se caracteriza por la manifestación antiestética de pequeñas venas varicosas en distintas zonas del rostro

La piel rosácea o con tendencia a Cuperosis, es hipersensible, fina y tiene problemas de circulación. Sus síntomas típicos son: enrojecimiento en las mejillas, mentón, nariz y frente, arañas vasculares de color rojo, manchas y pústulas. 

A los pacientes con este tipo de dermis les realizamos una limpieza facial específica para pieles sensibles con peelings especiales, una extracción manual localizada y una mascarilla que activa la circulación y calma la zona rosácea.

Recomendamos continuar el cuidado en casa con productos para pieles sensibles, tónicos sin alcohol y cremas que estimulen la circulación y oxigenantes. También hacerse una mascarilla a la semana.

No obstante, para mantenerla sana y en buen estado, es fundamental una limpieza facial por cada cambio de estación, es decir, más o menos cada 3 meses. De esta manera, ayudamos a la dermis a que se adapte a esos cambios.

Además, recomendamos la limpieza y el cuidado facial diario en casa, tanto de día como de noche, con los productos, cremas y serums más adecuados según la necesidad de cada paciente.

Ventajas de una limpieza facial profesional

Hacerte una limpieza facial profesional te ofrece todas estas ventajas:

  1. Rejuvenece tu piel, dándole un atractivo juvenil.
  2. Tonifica, fortalece y refuerza las células de la dermis.
  3. Ayuda a remover el exceso de aceite en pieles grasas.
  4. Elimina las impurezas de las pieles ásperas y las células muertas, lo que ayuda a renovar la dermis y, en consecuencia, retrasa el envejecimiento y la aparición de arrugas y líneas expresión.
  5. La tez adquiere una textura sedosa y una apariencia más lisa y luminosa.
  6. Hidrata profundamente el rostro y permite la oxigenación mientras elimina toxinas y radicales.
  7. Mejora la apariencia general del cutis y ayuda a reducir la apariencia de fatiga o cansancio.
  8. En casos de acné, ayuda a reducir el número de poros obstruidos.
  9. Proporciona relajación a la piel y mejora la circulación, lo que se traduce en un aumento de su suavidad y elasticidad.
  10. Mantiene el manto lipídico equilibrado (pH5) y restablece el escudo de protección natural de la dermis.
limpieza cara foto

¿Cómo se realiza una limpieza facial?

La limpieza facial en  suele durar aproximadamente entre 50 minutos y una hora y media, y consta de tres a seis fases: la limpieza en sí, un masaje tonificante, un proceso de nutrición y por último la hidratación. Te explicamos las fases:

  1. Limpieza preliminar: Consiste en eliminar la suciedad e impurezas de la superficie de la piel del rostro con la ayuda de productos específicos (generalmente peelings mecánicos de arrastre), siempre seleccionados según el tipo de dermis (rosácea, seca, mixta, grasa o normal). La apertura de los poros se optimiza con un tratamiento de vapor para facilitar el drenaje de las impurezas.
  2. Exfoliación: Se realiza con un producto a base de micropartículas especiales para remover la capa de células muertas acumuladas en la dermis.

3. Limpieza profunda: Consiste en la extracción de los puntos negros, los puntos blancos y la eliminación de cualquier otra impureza alojada en la zona más profunda de los poros. A continuación, se aplica la mascarilla sobre el rostro y se deja durante aproximadamente 10 minutos para que haga el efecto necesario sobre la dermis. Después se retira con una toalla húmeda.

4. Masaje: Durante esta fase, los poros se cierran y la dermis se descongestiona después del drenaje. Se realiza aplicando productos específicos en gel o crema a través de un masaje relajante y tonificante.

5. Nutrición: Esta fase consiste en nutrir la piel con productos, con mascarillas

6. Hidratación: Al final del tratamiento, se aplica una crema hidratante que mantiene tu dermis hidratada. Tu rostro tendrá un aspecto radiante después de la primera sesión.

como cuidar cara

 Para obtener resultados más llamativos y duraderos de la limpieza facial, debes realizar este tratamiento cada 4 a 8 semanas.

Debido a las múltiples agresiones medioambientales y la acumulación constante de células muertas sobre la superficie de la piel, el cuidado del cutis es una tarea a la que debemos prestar especial atención para dar un respiro a nuestro rostro y mantener una apariencia saludable y jovial.

¿Cada cuánto tiempo debe hacerse una Limpieza Facial?

La contaminación ambiental, el maquillaje, el tabaco ó el estrés son factores que impiden una óptima higiene de la dermis y que hacen que esta vaya perdiendo su frescor, vitalidad y luminosidad natural.

Además, los cambios bruscos de temperatura que se producen en los cambios de estación también influyen negativamente en la piel de nuestro rostro.

Por eso es importante realizar una limpieza de cutis profunda como mínimo en cada cambio de estación para mantener el equilibrio natural de la dermis.

¿Cómo cuidar la piel en casa después de una limpieza facial profesional?

La limpieza de la piel del rostro en casa se debe realizar 2 veces al día, es decir, tanto por las mañanas como por las noches antes de acostarnos. Así eliminamos restos de cremas, maquillaje, sudor y contaminación ambiental.

Te explicamos el paso a paso del cuidado en casa (mañanas y noches):

  1. Ponemos en el rostro una leche limpiadoray realizamos un ligero masaje arrastrando toda la suciedad que se concentra en el poro. La retiramos con la ayuda de agua fresca y secamos la piel.
  2. Aplicamos un tónicosin alcohol con un ayuda de un disco de algodón.
  3. Empleamos una cremaadecuada a las necesidades específicas de nuestra dermis (hidratante, nutritiva, reequilibrante, reafirmante…).
  4. Por el día, terminamos con la aplicación de protección solar (SPF 50)para proteger contra los rayos UV y los radicales libres.

Una vez por semana conviene utilizar un exfoliante mecánico o enzimático que variará según las necesidades de la persona. Retirar con abundante agua. 

También es recomendable el uso de una mascarilla facial una vez al mes, para aportar mayor hidratación.

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